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Qué es la eyaculación tardía

Descubre qué es la eyaculación tardía, identifica sus síntomas y conoce cuáles son los tratamientos disponibles para superar este desafío.

Editorial K.R.M.P. 21-05-2024 / 18:13:20

Comprendiendo la eyaculación tardía

La eyaculación retardada es una condición que toma escena en el terreno sexual masculino, definiéndose por la extensa duración de estímulo sexual que un hombre requiere para alcanzar el punto culminante y proceder a la expulsión seminal.


La explicación de la afamada clínica Mayo dibuja un panorama donde este trastorno no distingue entre individuos, impactando de manera diversa a cada uno. Varias personas enfrentan simplemente un retraso, mientras que otras pudieran nunca llegar a la eyaculación, tornándose, para algunas, en un asunto efímero o, en otros casos, en una situación crónica.

Esta enigmática condición se asocia con múltiples causantes que abarcan desde enfermedades persistentes, procesos quirúrgicos, hasta reacciones adversas a ciertos medicamentos.


El espectro de tratamientos propuestos fluctúa en correspondencia directa a las raíces del problema, adaptándose a la naturaleza individual de cada factible origen.

Aunque es natural enfrentarse ocasionalmente a inconvenientes al eyacular, la preocupación se agudiza cuando esta situación se perpetúa, desatando tensiones en el individuo afectado o su pareja. No existe un periodo establecido que confirme un diagnóstico de eyaculación retardada, pero los dilemas surgen cuando la demora provoca consternación o frustración, obligando a cesar la actividad sexual por cansancio, irritación física o a petición de la pareja.

Síntomas de la eyaculación tardía

Los signos de esta dificultad eyaculatoria son tan variados como los hombres que la experimentan. Algunos requieren de más de media hora de estimulación sexual para lograr el orgasmo y emitir el semen, mientras que otros directamente son incapaces de culminar el proceso.


El problema puede presentarse en cualquier etapa de la vida de un hombre, desde su debut en la madurez sexual hasta luego de un periodo de funcionalidad sexual sin sobresaltos.

Además, se distingue entre dos tipos principales de eyaculación tardía: la versión de por vida y la adquirida. La primera ha estado presente en el individuo desde su desarrollo sexual inicial, y la segunda se manifiesta tras un interludio de funcionamiento sexual normal. Asimismo, podemos diferenciar la eyaculación retardada generalizada, independiente de la pareja o tipo de estimulación, y la situacional, que se activa solo bajo ciertas circunstancias.

La identificación acertada de los síntomas y su clasificación pormenorizada son herramientas esenciales para el diagnóstico y la posterior elección de un tratamiento adecuado. Debido a la complejidad de este trastorno, la recolección de una historia clínica exhaustiva y un examen físico suelen ser suficientes para indicar una estrategia terapéutica. No obstante, si la causa subyacente parece requerir mayor atención, pruebas adicionales o la consulta con un especialista pueden ser necesarias.

Factores de riesgo y diagnóstico de la eyaculación tardía

La eyaculación retardada puede emerger por distintas razones o condiciones preexistentes. Vale prestar atención a diversos factores de riesgo que pueden predisponer a este trastorno, ampliando así la probabilidad de su aparición.


Es fundamental llevar a cabo un reconocimiento cabal del problema, incluyendo un meticuloso repaso de la historia sexual, médica y psicológica del individuo afectado.

Así como algunos fármacos pueden inducir este trastorno, ciertas afecciones crónicas o hábitos de vida como el abuso de alcohol o sustancias ilícitas pueden ser instigadores de la eyaculación retardada. Por ello, es esencial un enfoque interdisciplinario que considere tanto los factores físicos como sicológicos al momento de diagnosticar y proponer una intervención.

Las técnicas diagnósticas abarcan desde la exploración física hasta el uso de cuestionarios detallados y, en ocasiones, la monitorización de la función eréctil en un entorno clínico. Esta información contribuye a la elaboración de un camino terapéutico personalizado, que pueda abordar, de manera eficaz, las singularidades de cada caso.

Tratamiento de la eyaculación tardía

Una vez esclarecida la causa raíz, se dispone de un abanico de opciones terapéuticas para confrontar la eyaculación retardada. Entre los ajustes farmacológicos, se podría contemplar la reducción de la dosis o el cambio completo de medicamentos prescritos por otros padecimientos que potencialmente causen retrasos en la eyaculación.

En ciertas situaciones, se explorará la posibilidad de integrar un nuevo medicamento con el objetivo de facilitar el proceso eyaculatorio.


Aun cuando la administración de fármacos específicos para este propósito no está completamente establecida, existen medicinas originalmente dirigidas a tratar otros trastornos, como la enfermedad de Parkinson y la ansiedad, que pueden ser efectivas.

Otra vía de intervención es la psicoterapia, destinada a desentrañar y sanar las raíces mentales que podrían estar interfiriendo con la eyaculación.


Esta terapia puede ser individual o en pareja y, dependiendo de las particularidades del caso, se podría recomendar la asistencia a un terapeuta sexual especializado en problemas sexuales. Así, con un enfoque terapéutico ajustado, se busca restablecer no solo el bienestar sexual, sino también el psicológico y emocional del paciente.


Editorial K.R.M.P.