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¿Qué es el pie bot o zambo?

Descubre cómo el pie bot, una condición que toca vidas desde el nacimiento, desafía la medicina y la resiliencia humana para dar pasos hacia la esperanza.

Editorial K.R.M.P. 06-07-2024 / 18:10:46

¿Conoces el pie bot, también conocido como pie zambo?


Es interesante saber que, según revistas médicas especializadas en pediatría, 2.5 de cada 1,000 recién nacidos presentan esta condición. Además, se ha observado que afecta principalmente a niños.

¿Sabes qué es el pie bot?


También llamado pie zambo o equinovaro, es una deformidad presente desde el nacimiento. Afecta los huesos, ligamentos, músculos y tendones de la extremidad.


Como resultado de estas afectaciones, la planta del pie apunta hacia adentro y hacia abajo, y a veces puede parecer invertida.


Aunque las causas precisas de esta condición son inciertas, algunos estudios sugieren la influencia de factores genéticos. Por ejemplo, si uno de los padres tiene pie bot, hay un 4% de posibilidades de que su hijo también lo tenga.


Aunque su apariencia puede ser alarmante, el pie bot no produce dolor ni molestias por sí mismo.

¿Cómo se identifica el pie bot en etapas tempranas?


La detección del pie bot, también conocido como pie zambo, suele hacerse durante el embarazo. Esto se realiza a través de una ecografía. También es posible diagnosticarlo justo al nacer.


Por lo general, no se requieren pruebas adicionales para confirmar esta condición.

Tratamiento del pie bot


El objetivo del tratamiento del pie bot es corregir la deformidad para que el paciente tenga un pie plantígrado (apoyado completamente en el suelo), funcional, e indoloro, sin necesidad de usar órtesis o calzado especial.

Si se detecta tempranamente, el tratamiento generalmente no es quirúrgico y debe iniciarse idealmente dentro de las primeras 2-3 semanas de vida.


El método Ponseti es el más usado para tratar esta condición en niños. Este procedimiento implica estirar y manipular el pie con una serie de yesos que se reemplazan semanalmente, corrigiendo gradualmente la deformidad.

Después de esta fase, se lleva a cabo una pequeña intervención quirúrgica para alargar el tendón de Aquiles. A continuación, el pie se inmoviliza con un yeso durante tres semanas. Posteriormente, se utiliza una férula que mantiene el pie en rotación externa para preservar la corrección lograda.


Esta férula se debe llevar permanentemente hasta que el niño comienza a caminar. A partir de entonces, se usa durante 12 horas diarias hasta alrededor de los 4 años.

Con este método, se logra un pie plantígrado y funcional en el 85 al 90% de los casos.

Editorial K.R.M.P.